La palabra chakra proviene del sánscrito y significa rueda o disco. Descripto como un remolino que gira, un chakra es un punto de intersección entre varios planos. Los siete centros principales están alineados a lo largo de la columna vertebral. A esos siete centros podemos considerarlos como «LOS CHAKRAS MAESTROS».
También han recibido el nombre de lotos, recurriendo al símbolo de los pétalos que se abren, con el que se
describe metafóricamente la apertura de un chakra. Estas hermosas flores tienen carácter sagrado en la India. Como brotan del barro, simbolizan el camino de la evolución que recorre el ser, primitivo al principio, hasta el pleno florecimiento de su consciencia: lo que refleja el camino desde el CHAKRA BASE, arraigado en la Tierra, hasta el «loto de mil pétalos» de la CORONA. Y como el loto, los chakras tienen “pétalos” cuyo número varía de unos a otros, creciendo de abajo arriba (4,6, 10, 12, 16,2, 1000 pétalos). Al igual que las flores, los chakras pueden estar cerrados o abiertos, marchitos o en floración, según el estado de la consciencia que contienen.Estos siete centros básicos de energía localizados en lo que suele llamarse el cuerpo sutil. Es el cuerpo psíquico superpuesto a nuestro organismo físico, es decir que corresponde a la parte más espiritual de nuestro ser. En el aura, que es la manifestación externa del cuerpo sutil, el campo de energía se presenta como un leve resplandor que rodea el cuerpo físico.
Tomemos por ejemplo la experiencia emocional del miedo; ella afecta de diferentes maneras a nuestro organismo. Notamos un hormigueo en el estómago, se acelera la respiración, la voz y las manos tiemblan. Tales síntomas revelan nuestra falta de seguridad para enfrentarnos al mundo y entonces somos tratados por los demás en forma negativa, con lo que el miedo se perpetúa. De tal manera que CULTIVAR LOS CHAKRAS es SANARNOS a nosotros mismos.
Cada chakra representa su propia dimensión, y la suma total de los chakras forma en nuestro cuerpo una columna vertical llamada sushumna, como una «GRAN VIA” por donde viajan esas energías, transporta las energías psíquicas desde su origen, consciencia pura (Dios, la Divinidad, la Fuerza, la Mente Divina, la Naturaleza, etc.) al consumidor, que es el individuo mental y físico, habitante del plano terrestre.
Tendidas junto a esa carretera, alrededor de ella o cruzándola encontramos numerosas vías secundarias, como los meridianos y los miles de «nadis».
Texto Libro de los chakras
Tomemos por ejemplo la experiencia emocional del miedo; ella afecta de diferentes maneras a nuestro organismo. Notamos un hormigueo en el estómago, se acelera la respiración, la voz y las manos tiemblan. Tales síntomas revelan nuestra falta de seguridad para enfrentarnos al mundo y entonces somos tratados por los demás en forma negativa, con lo que el miedo se perpetúa. De tal manera que CULTIVAR LOS CHAKRAS es SANARNOS a nosotros mismos.
Cada chakra representa su propia dimensión, y la suma total de los chakras forma en nuestro cuerpo una columna vertical llamada sushumna, como una «GRAN VIA” por donde viajan esas energías, transporta las energías psíquicas desde su origen, consciencia pura (Dios, la Divinidad, la Fuerza, la Mente Divina, la Naturaleza, etc.) al consumidor, que es el individuo mental y físico, habitante del plano terrestre.
Tendidas junto a esa carretera, alrededor de ella o cruzándola encontramos numerosas vías secundarias, como los meridianos y los miles de «nadis».
Texto Libro de los chakras
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