lunes, 26 de noviembre de 2012

Ciencia de la Meditacion:Pensamientos


El fortalecimiento del sistema energético realiza un tipo de despertar a lo que somos a lo que nos rodea.
Esto se produce de manera gradual y creciente, de acuerdo a nuestro contacto asiduo con nuestro interior, ya sea a través de iniciaciones, meditaciones, introspecciones.
La disponibilidad de la energía en nosotros y a nuestro alrededor se hace cada vez más posible y más cercana, más al alcance de las manos.
En algún momento de este camino percibimos una suerte de “densidad” en algunos espacios concretos.
Es simple, no nos sentimos a gusto en determinados lugares, hay “algo”, sentimos que nos presiona en


determinadas partes del cuerpo, puede ser inquietante, aunque no desagradable, incluso nos atemoriza hasta que deseamos irnos, huir.
No es una cuestión estética, es un aspecto sutil del lugar, algo que está y no nos gusta.
Y definitivamente, no es algo que estemos imaginando.
Las formas de pensamiento son estructuras que se van alimentando de los pensamientos de los habitantes de un lugar, de una organización, de una ciudad.
Todo lo que existe en el Universo es energía y materia, dos aspectos de un mismo fenómeno, la Vida. Los pensamientos son materia y energía, nacen, toman forma, dirección, se fortalecen o se debilitan y mueren. Cada pensamiento contribuye al amor o al odio.
Los pensamientos compartidos se fusionan de acuerdo a su vibración, como nubes en el cielo de la mente.
Una mente confusa y sin dirección se cruza con todo tipo de información, en cambio un pensamiento firme y enfocado puede alzarse hasta una especie de “almacén de pensamientos” con una vibración e intención afines y volverse más luminoso e inspirado, o más tormentoso y desesperado.
Una persona que sintoniza con frecuencia pensamientos de celos, odio y separatividad puede entrar en contacto con las más oscuras nubes, ser controlado por ellas y sumergirse cada vez más profundamente en sus venenos.
Esto es todavía más claro para quienes realizan una práctica asidua y sincera, se hace evidente el juego de la luz y de la sombra.
Susana
Basado en “La ciencia de la Meditación” de Torkom Saraydarian

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