lunes, 26 de noviembre de 2012

Mándalas: Historia Y Usos

                              


Mándala significa círculo en sánscrito. Esta palabra es también conocida como rueda y totalidad.

Más allá de su definición como palabra, desde el punto de vista espiritual es un centro energético de equilibrio y purificación que ayuda a transformar el entorno y la mente. También se le define como un sistema ideográfico contenedor de un espacio sagrado.

Los mándalas son utilizados desde tiempos remotos. Tienen su origen en la India y se propagaron en las culturas orientales, en las indígenas de América y en los aborígenes de Australia.

Nuestro cerebro responde inmediatamente de manera muy particular a las imágenes que tienen un poder intenso, real e indiscutible; actuando en el campo mental, físico y espiritual. El Mándala es básicamente una representación del Universo, un área consagrada que sirve como receptáculo para los Dioses y como punto de unión de las fuerzas universales.

En la cultura occidental, fue Carl G. Jung, quien los utilizó en terapias con el objetivo de alcanzar la búsqueda de individualidad en los seres humanos. Según Carl Jung, los mándalas representan la totalidad de la mente, abarcando tanto el consciente como el inconsciente. Afirmó que el arquetipo de estos dibujos se encuentra firmemente anclado en el subconsciente colectivo.

Los mándalas también son definidos como un diagrama cosmológico que puede ser utilizado para la meditación.

Consiste en una serie de formas geométricas concéntricas organizadas en diversos niveles visuales. Las formas básicas más utilizadas son: círculos, triángulos, cuadrados y rectángulos. Por ejemplo, en la India hay un gran número de templos realizados en forma de mándalas.

Los diseños son muy variados, pero mantienen características similares: un centro y puntos cardinales contenido en círculos y dispuestos con cierta simetría.

Según la Psicología, el mándala representa al ser humano. Interactuar con ellos te ayuda a curar la fragmentación psíquica y espiritual, a manifestar tu creatividad y a reconectarte con tu ser esencial.

Es como comenzar un viaje hacia tu esencia, te abre puertas hasta ahora desconocidas y hace que brote tu sabiduría interior. Integrarlas a tu vida te dará centro y la sensación de calma en medio de las tormentas.

El Mándala es básicamente una representación del Universo, un área consagrada que sirve como receptáculo para los Dioses y como punto de unión de las fuerzas universales.

El hombre (el microcosmos), mentalmente "entrando" en el Mándala y penetrando hacia su centro, es una analogía de los procesos cósmicos de desintegración y de reintegración.

El Mándala representa el área sagrada dentro de la que pueden surgir experiencias espirituales. La relación que se establece a través de la contemplación de la geometría del Mándala incita a un estado de meditación que ayuda a explorar los rincones de la psique.

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