miércoles, 9 de enero de 2013

MEDITACION DE LOS COLORES

Es una visualización sencilla que sirve para sanear y purificar los chakras; al mismo tiempo desarrolla la facultad del tercer ojo para crear y percibir los colores.
Comienza en postura de meditación, a ser posible sobre un sillón porque así se dispone de más espacio para la toma de fundamento y la descarga de las energías indeseables.
Empezaremos tomando fundamento y centrando nuestras energías; cuando nos parezca que esto se ha logrado suficientemente, imaginaremos un disco brillante de luz que flota sobre nuestra cabeza y del que podemos ir tomando los colores.
Sea el rojo el primer color. Tiraremos de él haciéndolo pasar por el chakra corona y en sentido descendente por toda la columna vertebral hasta que el primer chakra se llene de vibrante color rojo. Conserva ese color en tu primer chakra durante algunos momentos y deja que descienda luego a tierra, aunque reteniendo como un 70 por ciento en el chakra. Observa cómo se siente tu cuerpo con ese color, ¿le agrada? ¿La sensación es de energía o de ligera incomodidad? Respira hondo y suéltalo todo.
A continuación retornarás al chakra corona para extraer del disco blanco la luz anaranjada. Envíala en sentido descendente por tu organismo, sin dejar de observar el efecto que te causa ese color. Llévalo hacia tu segundo chakra, y llena tu vientre de ese vibrante color anaranjado. Conserva un poco de él en tu chakra y deja que el resto se vaya por el fundamento, con una respiración profunda.
Vuelve luego a la corona para buscar una luz amarilla-dorada y recorrer con ella el organismo hasta el tercer chakra. Imagina un resplandor cálido y dorado que irradia de tu cuerpo a la altura del plexo solar, inundando con sus rayos todas las partes de tu persona, a la que colman y caldean. Por cuanto el tercer chakra se asocia con la distribución de la energía en el organismo, esa irradiación es importante para que se generalice la sensación de un fuego interior. Permite que un pequeño porcentaje de esta energía se evacue por el fundamento, respira hondo y déjala.
Pasamos seguidamente al corazón y al color verde. Deja que ese color te inunde, aportando un sentimiento de amor y de afinidad hacia el mundo en derredor. Visualízalo como un cálido resplandor esmeralda alrededor de tu centro cordial y deja que se vaya un poco, procurando conservar en la región cordial una cantidad suficiente.
En seguida buscaremos en nuestro disco blanco el color azul, y haremos que descienda hacia el chakra de la garganta, la cual suavizará al tiempo que relaja los brazos y los hombros. Nota cómo los rayos azules se prolongan lateralmente alrededor de tu garganta y establecen comunicaciones con todo lo que te rodea. Envía un 30 por ciento de esta energía hacia el fundamento y conserva el resto en la garganta. Respira hondo y déjala.
Ahora se pasa al tercer ojo, visualizado por lo general como un azul índigo brillante- Nota la frialdad refrescante de este color mientras baña tu tercer ojo. Que se lleve todas las imágenes ajenas y que purifique y regenere tu pantalla interior. Respira hondo y déjalo.
Por último, el chakra corona se visualiza como un violeta muy intenso, muy vibrante. Nota ese color violeta cómo corona toda tu aura y confiere energía y equilibrio a cada uno de los chakras. Permite que una pequeña parte de ese violeta viaje por todo tu cuerpo y hasta el fundamento; respira hondo y déjalo.
Pasa revista a todos los chakras para ver si retienen sus colores. Intenta visualizar todo tu cuerpo, a ver si aparece como un arco iris completo. Al hacerlo, observa cuáles son los colores que aparecen más fuertes o más brillantes. Toma nota de las sensaciones que cada uno de ellos ha suscitado en ti, y de cuál te ha parecido más nutricio y vigorizante. Los colores mejor recibidos habrán sido, probablemente, los correspondientes a las energías que más necesitabas en este momento. Los más problemáticos sin duda corresponden a las regiones donde se esconde alguna dificultad. Unos colores pálidos o desvaídos indican una debilidad; los colores fuertes prometen vigor y solidez. Juega interiormente con esos calores hasta que te parezcan equilibrados; ahora tu aura debe aparecer equilibrada también,
Anodea Judith Libro de los chakras
Imagen by Healthy Aurea - Robert Donaghey

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